Suceden acontecimientos, y como las nubes, crecen y se desvanecen al tiempo
que se gestan otros nuevos. Sigue y sigue… Unos más grandes, otros más
importantes, otros divertidos o quizá tristes… todos ocupan su espacio, tiempo
y lugar que, sólo después de haber acontecido, los colocaremos en nuestra escala
personal de experiencias.