Con paso firme y vista clara inicio este nuevo año o lo que es lo mismo : unas botas sin tacón y unas gafas recién graduadas. Unas botas que bien pudieran ser las de 7 leguas de pulgarcito , las del gato o las que calzan las personas de la tercera edad cuando cruzan el semáforo antes de que se ponga verde, cómo si les fuera la vida en llegar a la otra acera. Con
toma de tierra, aptas para dar grandes pasos (o pequeños, lo que importa
es avanzar).
En cuanto a las gafas, son diferentes pero sólo lo percibo yo.
En cuanto a las gafas, son diferentes pero sólo lo percibo yo.
Exteriormente todo sigue igual.
Bienvenido 2015.
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